El buque oceanográfico UCADIZ constituye un recurso con importantes infraestructuras para la docencia reglada y no reglada en los estudios marinos y marítimos que se imparten en CEI.MAR. Su utilización, como base para el curso Mares de Andalucía, ofrece una oportunidad única para que los alumnos de las universidades CEI.MAR desarrollen su primera aproximación  a la metodología oceanográfica.

La experiencia de navegación entre puertos CEI.MAR, el uso de instrumentación básica como redes de plancton (b) y disco de Secchi (c), junto al más complejo equipamiento oceanográfico del buque como es la sonda CTD asociada al conjunto de botellas oceanográficas que constituyen la roseta (d), entre otros, ha permitido que los alumnos de excelencia del CEI.MAR hayan podido poner en práctica parte de los conocimientos adquiridos en sus clases teóricas de Biología Marina y otras disciplinas cursadas a lo largo de sus grados.

La observación de organismos tan fascinantes como el característico pez luna (f) de nuestro litoral, de los grupos de delfines que se aproximan a la embarcación o de las bandadas de las habituales gaviotas atraídas por el izado de la roseta, dieron comienzo a la travesía entre los puertos de Motril y de Málaga.

Entre esos organismos de las primeras capas del mar de Alborán y los casi 100 metros de profundidad que se pudo muestrear, estudiantes y profesores tuvieron la oportunidad de fascinarse con el estudio del plancton. Este conjunto de organismos de desplazamiento pasivo en el agua y con potentes procesos de crecimiento activo a distintas profundidades, mostró el patrón propio de esta época estival de aguas estratificadas (e).  Así, pudieron detectar  los máximos de producción del fitoplancton situados entre los 22 y 32 metros de profundidad, si bien de escasa magnitud como corresponde a estos meses de verano. El estudio detallado de las muestras del perfil vertical permitirá comprender adecuadamente los cambios en su composición y concentración, así como su relación con los parámetros ambientales, especialmente con la concentración de oxígeno.

Entre los organismos observados fue evidente la adaptación a las aguas oligotróficas propias del verano del mar de Alborán. El  fitoplancton ha estado constituido mayoritariamente por dinoflagelados (g-h), básicamente mixotróficos y con evidentes adaptaciones para no ser depredados  por el zooplancton, como son las patentes prolongaciones de sus tecas o la formación de  cadenas.

Por su parte el zooplancton, les mostró sus representantes más conocidos: copépodos y cladóceros (h), además de numerosos estadios larvarios (i) y una enorme diversidad de radiolarios (j), entre los que destacaba la frecuencia y abundancia de zooxantelas, otra probable adaptación para paliar la ausencia de pequeñas especies de fitoplancton fácilmente consumibles por esta fracción zooplanctónica. Las zooxantelas son un componente importante de muchos invertebrados marinos, no solo de los corales, por lo que su relación con los cambios en la temperatura del agua constituye un importante campo de investigación escasamente explorado. Por desgracia, no faltaron los cada vez más abundantes microplásticos, especialmente abundantes en determinadas profundidades.

Los alumnos que han participado en este curso de verano han tenido la oportunidad de comprobar in situ” el apasionante mundo de la Oceanografía, cuyo desarrollo es tan necesario en Andalucía y en el conjunto de España. El conocimiento del mar, su conservación y sus numerosas aplicaciones constituyen una esperanzadora realidad llamada a tener un mayor peso específico en la generación de nuevos recursos para el desarrollo.

Aquí, más información de Mares de Andalucía con datos de los grupos de estudiantes y etapas programadas.

En la fotos del gráfico: Blanca Sújar, R.*, Correa Bethencourt, D.*, Donaire Bermúdez, M.*, García Díaz, M.*, Juárez Martos, R.*, Martínez Moreno, S.*, Mazorra, M.* y P. Sánchez Castillo**

*Alumnos del curso y autores de las fotografías

** Coordinador de CEI·MAR en la Universidad de Granada.